Arquitecturas Eclesiasticas

Las Lajas 

Nariño tiene la iglesia más bella del mundo: Las Lajas

La iglesia del santuario de Nuestra Señora de las Lajas, en Ipiales (Nariño), es la más hermosa del mundo. El reconocimiento lo hizo el diario británico ‘The Telegraph’, uno de los más prestigiosos de Europa, que elaboró un listado con las 23 iglesias más bellas del planeta.

El templo colombiano superó, incluso, a la famosa basílica de la Sagrada Familia, de Barcelona (España).

Después de las Lajas se ubicó la iglesia de madera de Borgund, en Noruega; la iglesia de Belén, en Irán; la capilla de Notre Dame du Haut, de Francia, y la iglesia Viscri Fortificada, de Rumania.

El santuario de las Lajas, considerado “el milagro de Dios sobre el abismo”, es visitado cada año por 750.000 feligreses, principalmente colombianos y ecuatorianos.

Para ‘The Telegraph’ resulta impactante su estilo gótico y que se haya levantado sobre un cañón, a una altura de 100 metros sobre el río Guáitara, en la frontera con el Ecuador.

En el 2006, este santuario fue declarado Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional y en el 2007 fue elegido como una de las Siete Maravillas de Colombia.

La construcción de piedra gris y blanca consta de tres naves levantadas sobre un puente de dos arcos que atraviesa el río y que funciona como una especie de plaza. Según la historia, el primero de enero de 1795 comenzó a trabajarse en la piedra de cantera para levantar el santuario. El templo se empezó a construir a propósito del hallazgo de una imagen de la Virgen plasmada sobre una laja, en medio del cañón.

“Me parece excelente que tengan en tan considerable concepto a un santuario que tiene tanto prestigio y tanto amor por todo el pueblo latinoamericano, especialmente, por los pueblos colombiano y ecuatoriano”, dijo el padre Alberto Cobo, uno de los colaboradores del templo, quien se mostró muy sorprendido con la exaltación del diario europeo.

Para el religioso, que desde hace 11 años presta sus servicios religiosos en las Lajas y hace 35 años en la Diócesis de Ipiales, dijo que este reconocimiento mundial debe llenar de alegría y regocijo a todos los nariñenses.

“Europa tiene bellísimos templos y que se reconozca a las Lajas entre los cinco más bellos del mundo es muy merecido. Por la arquitectura y por la belleza natural que lo rodea, las Lajas es un milagro de Dios”, agregó el sacerdote.

En pocas semanas, en el santuario de Nuestra Señora de las Lajas se pondrá en funcionamiento un teleférico que reducirá de 4 a 1,3 kilómetros la distancia desde la zona exterior hasta su plazoleta, proyecto en el cual se invirtieron 20.000 millones de pesos.

Actualmente, para llegar al santuario es necesario recorrer 4 kilómetros en vehículo desde Ipiales, pero con el teleférico estos se reducirán a 1,3 kilómetros. Con esta obra se busca impulsar el turismo en la que es considerada una de las más importantes joyas arquitectónicas y religiosas de Colombia.

La Ermita, Berruecos 

Uno de los templos más visitados durante esta Semana Santa se encuentra en el oriente de Nariño. La Ermita de Berruecos  está ubicada en el municipio de San Lorenzo, sin embargo es más cercana a Arboleda.

Allí cientos de fieles devotos llegan en busca de paz, meditación y reconciliación con la vida, encontrando un ambiente tenue que los conquista de entrada.

La Ermita de Santa María Magdalena presenta a primera vista un conjunto pintoresco en donde la construcción en piedra y concreto se combina perfectamente con el bello paisaje que ofrece la  vereda de San Francisco.

La construcción se compone de dos partes: el templo y el convento de los frailes. El templo fue construido con piedra y concreto busardeado. El interior es un espacio que invita a la reflexión y a la meditación.

La Casa parroquial tiene el  mismo estilo arquitectónico denominado ecléctico.

Se utilizó en su diseño gran cantidad de elementos de estilo romano como los arcos de medio punto soportados por columnas rectangulares y demás elementos estructurales construidos en concreto reforzado busardeado, conformando extensas arcadas que dan origen a varios ventanales y pasillos.

Espacio de peregrinación

Cuando en el año 1970 el padre Adolfo Fillipi era párroco de Berruecos vio la necesidad de crear un espacio para la peregrinación y el encuentro espiritual. De esta manera convocó a toda la comunidad para que hicieran parte de este proyecto, que en un principio era casi increíble de hacer, pero con el paso del tiempo se fue convirtiendo en una grata realidad.

El sacerdote italiano, sin tener ningún conocimiento sobre diseño e ingeniería, empezó a plasmar la idea del arte europeo en una región alejada del casco urbano. Cuando los ladrillos y el adobe moldearon en su totalidad la capilla de la Ermita de Santa María Magdalena, esta se convirtió en uno de los centros de peregrinación más importantes del oriente de Nariño.

Hoy este lugar es habitado por la Orden de Hermanos Menores del Corazón Inmaculado de María, que también fue fundada por el padre Adolfo Fillipi.  Aunque políticamente la ermita pertenece al municipio de San Lorenzo, por su ubicación esta pequeña capilla está más cerca de la población de Berruecos, por lo cual religiosamente hace parte de la Parroquia de San Miguel Arcángel de esta población.

María baja del Cielo 3 veces al día

“Las piedras no las alcé yo, las cargó la comunidad. Fueron muchos domingos que vereda en vereda realizábamos mingas para que hoy tengamos un templo así. Este es el esfuerzo de los feligreses. Yo rejunté las piedras que traían, Elías Córdoba las puso donde ahora están y no se han movido de aquí’’, expresa el sacerdote italiano.

“El Señor me hizo hacer este lugar y no sabía para qué era, tanto que pensaba hacer una casa de oración y orientación ocasional. Esta es la casa madre de la congregación y está hecha para hacer siervos y siervas del Santísimo Sacramento. En este lugar se siente paz. La virgen María tres veces baja del Cielo trayendo a su ermita consuelo. A las 6:00 de la mañana, al mediodía y a las 6:00 de la tarde la Madre del Cielo viene para brindar paz’’, puntualizó el padre Adolfo Filipi durante la celebración de sus bodas de oro.

Templo de Nuestra Señora de la Playa, San Pablo